Viñedos

El viñedo de 34 hectáreas, comprendido por las variedades: Malbec, Cabernet Sauvignon, Syrah y Chardonnay (que datan del año 1996, las de mayor longevidad); se ubica a una altura de 920 mts/snm, donde el suelo es pedregoso y se registran grandes amplitudes térmicas. Todo ésto, sumado al cultivo sin agroquímicos, da origen a excelentes vinos orgánicos.

Además, estas vides, al crecer en un ecosistema equilibrado y de gran altitud, producen granos pequeños con una alta relación superficie hollejo / pulpa. Ambos efectos dan origen a vinos ricos en polifenoles, con un buen grado alcohólico, balanceada acidez, delicado y complejo bouquet, dónde se persigue resaltar las características de los varietales y del terruño.

 

La plantación cuenta con protección contra el granizo, a traves de una malla que cubre la totalidad del viñedo, lo cual asegura la continuidad y homogeneidad del producto año tras año.

 

El riego se realiza por sistema de goteo, con aguas que bajan de la cordillera de los Andes y que se almacenan en una presa en un 80%; el resto es por agua de perforación. La producción se regula con el sistema de conducción de la vid en un cordón bilateral, y una poda de rejuvenecimiento que aporta los cargadores y pitones. Posteriormente, se realiza una poda en verde, para posicionar los racimos; seguida de un deshoje, para intensificar la maduración de los taninos y fijar color; y finalmente, un enérgico raleo para llegar al momento de la vendimia en una óptima madurez fisiológica e industrial.

A fin de alcanzar los altos estándares de calidad deseados para los vinos, todos los viñedos están limitados a un rinde muy bajo, de aproximadamente 50 - 60 quintales por hectárea. Los viñedos más antiguos tienen rindes aún más bajos. Esto explica la concentración y complejidad excepcional de los vinos.